domingo, 11 de diciembre de 2011

Luna Llena.

Lectores, era una preciosa y somnolienta noche de luna llena.
En la que mi piel aterciopelada se abrigaba bajo ropajes, y interiores oscuros de encajes.
En la que la noche joven se lucia entre el humo de sus cigarros, entre sus besos noviciados, yo les envidiaba.


Aquella noche en la que la arena, en un segundo volaba con desgarro, en la que el demonio aquel pisaba fuerte y hacia que la adrenalina subiera. 


Esa noche...
En la que las risas y los licores prohibidos se mezclaban, las mofas y las caras cansadas se evitaban.
En la que los cuerpos mas delicados, se convertían en los mas fuertes. En la que los angeles se quitaban las alas y empezaban a pecar como adolescentes inocentes.


En la que las horas solo las veía pasar aquella luna. Aquella luna me quitaba todos mis sentidos, como aquel demonio, que me quitaba de ser angel a aquella arena brusca. 


En la que el mar y aquella solitaria palmera eran nuestros complices visuales. Aquella gruesa arena que mantenia nuestro aplumado peso. 
En la que aquellos seres se escabullían de los seres, para ser salvajes, y darse su secreto rebelde entre risas y susurros, entre clasicos de los 80', entre la luz de aquella luna


Magia, en la que esos jovenes salvajes se convertían en libres.
En la noche mas larga por la que mis cabellos eran adulados, en las que su rostro era mas que observado, en las que las temperaturas eran simples variantes.
En la que la luna transformaba mis sueños, lo transformaba todo, y para completarlo, aquellas delicadas nubes la acariciaban dejando asi caer gotas, de intensa agua.


En la que la luna hizo el resto.

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