martes, 6 de marzo de 2012

Prendas... (1)

Romance que aquel duró,
nosotros, seres, que Dios
siempre nos vistió.
Nosotros, que pecábamos
desobedeciendo bajo algodón.
Partimos de la entrada
al lecho.
Y con encanto seducías,
y sobrabas de seductivo amor.
El encanto de tus manos
no entumecían mi ser.
Con suspiros calientes
más que la llama ardientes,
mis ropas entre tus dientes
se hallaban.
Los cuerpos en el suave algodón se encontraban,
suspiros, besos y miradas no cesaban.
Aquella fresa jugosa, escondida entre perlas
era fogosa.
Tanto como las palabras que decías,
aquellas tan bellas y hermosas...

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