martes, 26 de noviembre de 2013

Camas

No duermo tranquila, con tanto cambiar de cama, si estoy en la mía o en la tuya, si estamos juntos o revueltos.
No me acostumbro a la tranquilidad que me aportas en mi escandalosa rutina nocturna, donde el sueño es difícil de comprar en paredes de pladul.
Donde en tu casa me proporcionas amor y techo, paz y descanso, tu.
Me haces sentir la reina de los finos algodones que me dejas descansar y gozar de la paz del silencio.

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