jueves, 13 de noviembre de 2014

Marea

Va el alma sola, caminando delante de mis pies, acompañándoles mi suspiros y mi soledad, me pregunto si es el momento de empezar.
Mis pasos se hacen dueños, de mi destino sobre ruedas de una ciudad en la que naci, mientras mis ojos van vagando por las orillas, y las aguas llenan mi cara tras la ventanilla imaginaria, sigo sentada, esperando a la próxima parada.

No sabia que era ser, me cree mi mundo para asegurarme y a veces me pregunto si hice lo mejor, no estoy sola, siempre tengo amor, pero a veces el trayecto se hace tan solo, El Parador, amigo, a los 13C de mis certezas, cada noche el mismo camino, llego a ti, mi gran amigo.

Llego cansada, muerta de sueño, recorriéndome cada esquina del rectángulo imperfecto, sueño sueños que me destrozan y a veces avivan mi alma, despierto cansada en la cama.

Me van llevando los dias a la escuela donde mi compañía es mi compañera, me pregunto si aguantare este camino de vida absurda, de donde ganarme un alma tranquila en esta ciudad a veces de mierda y otra calmada.
Sigo mi camino, con el abrigo y mi suspiro me dirijo a la parada.

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