Dichosos los ojos, que me dejan verte, dichosa yo por caprichosa, que fantaseo y lo llevo a la realidad sin querer.
Toco la piel, que hace que te conozca unos segundos mas, mientras hablas, esa sonrisa descarada que me agrada, acompleja lo demas y hasta a mi.
Miedo el que tengo cada vez que se escapan palabras de mis labios, por sentirme estupida, que ayuda a malinterpretar.
Soy peor que el queso rayado, llego hasta derretirme, deslizandome en las sabanas que acumulan mis sueños.
Los sueños en los que llego a imaginarte en sueño o en pesadilla. En la realidad ni si quiera se que eres, mis ojos te ven como un sueño, mi cabeza como y casi una pesadilla, que no quiere ver la realidad, la que no hay ni habra seguramente.
Soy un juguete, lo tratas bien, supongo, pero no sabes, que este juguete esta y estuvo hecho por piezas, sin rozarla con tus dedos, llegaste a la ultima pieza. Esa que no quiero ver romperse. Lo dudo. Creo que la rompiste con tu suave aliento, palabras, miradas.
Sueños, como ya dije, y hoy bohemia.
No quiero y no soy pasota, simplemente no acepto temas, que por desgracia esa pieza no soporta.Ni soporte.
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